«Walker nos sumerge en la sublevación con las herramientas de la historia, pero con el corazón y la prosa de un reportero de guerra. Es minucioso, objetivo, y desde el inicio entendemos que para auscultar la rebelión hace falta comprender la contrarrebelión. Escalamos y bajamos montañas con ambos bandos, conocemos desde la pupila insurgente y desde la realista los asedios a Cusco, Puno, La Paz, entre otras; somos partícipes del hambre, frío y enfermedades que cada parte sufre y se nos muestran las decisiones que cada bando debió tomar, movidos siempre por el terror de las circunstancias antes que por ideologías preestablecidas. La gran virtud epistemológica y narrativa del libro es, entonces, extirparle certezas al relato, no sugerir claves de un designio que no existe, y conseguir que los lectores avancemos en la lectura al igual que rebeldes y realistas: heridos, como decía la canción, por las flechas de la incertidumbre».
Alberto Vergara