ANDRÉS CRUZ MEJÍA / RICARDO RICÁRDEZ CEBALLOS
La uniformidad de las leyes es y ha sido desde siempre un anhelo permanente de la humanidad. Tratar igual a los desiguales es tan pernicioso como tratar desigual a los iguales. El gran desafío al que se enfrenta el legislador es el de crear normas que apliquen por igual a seres humanos diferentes. El principio de igualdad ante la ley resulta una quimera si no indagamos y entendemos bien el fin que se pretende con la unificación de la ley.