Hay fotografías en todas partes; tienen la potestad de impactar, idealizar o seducir, pueden provocar la nostalgia o pueden servir de recordatorio, y se erigen en prueba contra nosotros o en el medio para identificarnos. Sontag se pregunta cómo afecta la omnipresencia de estas imágenes a nuestro modo de ver el mundo, y cómo hemos llegado a depender de ellas para confeccionar las nociones de realidad y autoridad.