Dentro de la vasta producción aristotélica, la Retórica es uno
de sus dos grandes tratados sobre el arte. En concreto, el
texto analiza esta disciplina lingüística siguiendo el método
lógico y la erige en instrumento fundamental de la filosofía
práctica, en tanto que necesaria para la persuasión. Con ello,
Aristóteles presenta una completa arquitectura para la
retórica, que se convierte en un estudio sobre el lenguaje que
va más allá del examen de conceptos, y ofrece un campo de
reflexión con enormes consecuencias para la vida humana.