Tanto mercado como sea posible, tanto Estado como sea necesario. Esta parece ser la expresión que mejor resume los debates que se han presentado en el ámbito del desarrollo económico, desde que este tema comenzó a ser uno de la agenda internacional, a principios de la década de los años 1960 e, incluso, desde antes. Es la expresión que mejor resume esos debates por su ambigüedad, por la falta de claridad en los conceptos y, sobre todo, por los problemas que genera. Esa fue la razón por la cual decidí, desde hace más de tres años, embarcarme en este esfuerzo de investigación sobre el tema del desarrollo internacional. En los debates encontraba, ciertamente, una falta de claridad conceptual y, en muchos casos, una completa afrenta a las estrategias que han demostrado ser superiores en la creación de riqueza y en el mejoramiento sostenido de los niveles de vida de los individuos en cualquier sociedad.
