Ser y tiempo es tributario de las grandes corrientes de la época, especialmente de la fenología de Husserl, el existencialismo de Kierkegaard, la filosofía de la historia de Dielthey, la filosofía de los valores de Scheler, al crítica del neokantismo, la crítica del marxismo? pero es un libro que recoge el filosofar de otra época de los griegos y el medioevo. Es un libro muy singular pues responde en alguna medida a las coordenadas de la historia, pero en otra medida es un libro intemporal. Extemporáneo, quizás. En una época en que la filosofía se abre a los contenidos de las ciencias sociales y de las ciencias naturales, Ser y tiempo se mantiene en los terrenos de la vieja filosofía. No es un libro que de respuestas a otros libros; es u libro que crea una perspectiva única y singular. Representa la creación de un mundo, pero no de un mundo intelectual, social o político, sino un mundo de la no razón en el cual Heidegger recoge de una manera atormentada, con una sensibilidad exaltada el mundo de entreguerras el hundimiento de la cultura alemana de comienzos de siglo. El mundo de Ser y Tiempo es una ventana a la vida cotidiana. A diferencia de las grandes cosmovisiones que sacan a los hombres de sus roles habituales para lanzarlos a grandes proyectos de la trascendencia o de la historia, este libro se ocupa de Dasein, un individuo humano existente, un tipo medio y críticamente la masa o el Dasein impropio. Desde luego esta filosofía contiene una normatva existencial que aconseja el filósofo, pero críticamente está asumido el ente humano con el cual nos topamos en la calle. Este libro no busca ni crea héroes, no les pide a los individuos que luchen, se contenta con que cumpla su papel cualquiera que sea, sin salir de su existencia; renuncia a la normativa filosófica que apunta a la reordenación social y política y realiza un esfuerzo gigantesco de búsqueda del ente y del ser del hombre y el ente y el ser que no contiene características del Dasein, sólo para percibir al final que ese propósito es irrealizable.