La pasión por la libertad es uno de los aspectos que caracterizan el pensamiento filosófico de Leonardo Polo. En este trabajo se trata de la libertad como actividad, viéndola desde la panorámica que nos ofrece la Antropología Trascendental; es decir, ver la libertad como actividad desde el ser y la esencia. En otras palabras, queremos abordar una cuestión que está en la entraña del pensamiento de Leonardo Polo: cómo lo característico de la libertad es comunicar actividad. De modo que el además de la persona es una búsqueda constante. Que el conocer no deje de seguir conociendo, que el amar no deje de amar. Y esto será posible porque la libertad impulsa a cada uno de estos trascendentales a lograr su meta.
Esa actividad se trasluce, no sólo en los trascendentales, sino también en las dimensiones del abandono del límite mental. El modo en que esto es posible es gracias a los hábitos. Y, puesto que el hábito es un acto, lo que más le conviene es la actividad, no la actualidad. Entender esta distinción entre actividad y actualidad será clave para detectar el límite mental y para establecer las condiciones adecuadas en cada dimensión que permitan llevar a cabo el abandono.
Tanto en su referencia al ser personal como a la esencia humana, la libertad como actividad manifiesta un aspecto que le es característico: el crecimiento. Dicho crecimiento solo es posible considerarlo desde la identidad de la persona —la distinción real del acto de ser y la esencia— y se aborda de acuerdo con la noción de hábito. De ahí que esta noción sea tratada, con cierta amplitud.