Como si se tratara de las piedras de una pared maestra, María Graciani, la mejor comunicadora joven y autora revelación de los últimos años, pone en este libro los cimientos de la gran catedral de los sentimientos, las emociones, las inquietudes, las aspiraciones que suman los individuos que conforman las empresas y todo tipo de organizaciones. Las empresas no existen, existen las personas que las integran. Son las que marcan la diferencia, las que hacen que sean distintas. Lo dijo Henry Ford: "Me pueden quitar las máquinas, las marcas o el dinero, pero si me dejan las personas lo reconstruiré todo". Así, las personas -las buenas personas- son las únicas capaces de generar BEneficios SOStenibles.
Lo que subyace a estas páginas es un análisis de las pautas de comportamiento de los seres humanos; unas pautas que se presentan con diferente grado de intensidad en función de la personalidad y circunstancias de cada uno, y también da las claves para poder corregirlas cuando sea necesario. Las personas no son elementos solitarios, sino solidarios, que, en cuanto seres sociales, lo que hacen es interactuar con otros y lograr resultados a través del trabajo en equipo, la colaboración y la buena dirección. De ahí la necesidad de que los responsables de equipos sepan ganarse el ascendiente moral que se consigue con el correcto ejercicio del mando, así como ponderar la inestimable aportación que para una empresa suponen aquellos individuos dotados de principios y valores humanos. En tal sentido este libro es enormemente inspirador. Su análisis se basa en la experiencia y conocimiento de la autora y en su apelación al sentido común, tan escaso en nuestros días y, por ello, tan necesario y fructífero.