Se caracteriza por involucrar un intenso
diálogo entre derecho procesal, derecho
constitucional, filosofía del derecho y filosofía política. De ahí que las ponencias de
los invitados internacionales versen sobre
temas que son particularmente difíciles
y que admiten diversas –y contrapuestas– aproximaciones: activismo judicial y
juristocracia, precedentes y separación de
poderes, la impacto de Franz Klein y la Zivilprozessordnung austríaca de 1895 en la
actualidad, la búsqueda de la verdad como
objetivo del proceso, la cooperación procesal, la dimensión epistemológica para la
admisibilidad de las pruebas, prueba de
oficio e imparcialidad y, finalmente, la presunción de inocencia en el ámbito civil.