En tiempos de redes sociales, los actores políticos colocan sus contenidos en Twitter y Facebook para que sean replicados por otros medios y por la población. Sin embargo, los políticos tienen a los medios de comunicación como su principal vehículo de transmisión de ideas y mensajes a los ciudadanos. En este marco, el autor escoge el diario El Comercio como objeto de estudio por tratarse del medio escrito más representativo del principal conglomerado empresarial de comunicaciones del país. La empresa que lo cobija tiene un accionariado casi exclusivamente familiar, bastante distribuido entre cientos de miembros de la familia Miró Quesada, quienes se agrupan en diversas facciones que reflejan variaciones importantes en su línea política durante las últimas dos décadas. Así, los juegos de poder y coaliciones en su interior determinan la predominancia de una determinada línea editorial en un lapso de tiempo marcado sobre la cual el autor busca echar luces mediante el examen de la historia del periódico como poder fáctico y su influencia en lo que va de la centuria actual. Durante las últimas dos décadas, el diario El Comercio ha tenido importantes giros en su línea editorial. Inició el presente siglo con una perspectiva liberal moderada, pasó posteriormente a una etapa decididamente conservadora y hoy tiene posiciones liberales en lo político y social y libertarias en lo económico.