A palabra cosmiatría deriva del griego “kosmetikós” que significa adornar. En el mundo antiguo, esta actividad se encontraba ligada a un arte: la preparación de productos y aceites para lograr que la piel o el cabello fueran más hermosos.
Hoy en día el concepto de cosmiatría conserva mucho de su originalidad acepción. Pero, el avance de la medicina estética y fisiología cutánea han permitido ampliar la incumbencia de los especialistas en esta disciplina. Como dice el famoso manual argentino de Viglioglia y Rubín que se utiliza en varios cursos de la temática, la cosmiatría es el cuidado de la piel sana o enferma desde un marco estético.