MARLENY CARDONA / CARLOS ANDRES CANO
En el territorio encontramos la mínima densidad posible del cuerpo y del alma. En él, las partículas entran en contacto con el vacío y la vida. Sueños de tierra que la orilla mece. El territorio nos llama, nos une y nos conmueve. Es un componente del sistema productivo y ofrece ventajas (comparativas y competitivas) que refuerzan el posicionamiento de las empresas. Está relacionado con el desarrollo económico y teje un sistema de relaciones que toma cuerpo en cada ciudad red urbana- y región. A la vez, es un fenómeno social que configura y distribuye esperanzas.