Siempre se ha dicho que el médico general posee un vasto conocimiento en todas las áreas de la medicina pero con muy poca profundidad, por ello muchas de las enfermedades de las diferentes especialidades médicas son un misterio para él, una de ellas es la oftalmología. Aunque parezca extraño, uno de los órganos más pequeños del cuerpo humano como lo es el ojo abarca una gran cantidad de patologías que son desconocidas por el médico general.
Por lo tanto debe desarrollar una buena práctica clínica basada en el conocimiento de las principales patologías, aplicar un enfoque clínico preciso que le permita realizar un diagnóstico diferencial utilizando para ello los medios clínicos que tenga disponibles y remitir en forma adecuada los pacientes que no esté capacitado para atenderlos. Muchas veces el médico general es el primero que evalúa un paciente con una enfermedad o una urgencia oftalmológica, y es él quien tiene que hacer un abordaje adecuado para remitirlo en la mejor forma posible y evitar daños irreparables incluyendo la pérdida definitiva de la visión.
