Este libro contempla los factores que afectan a la socialización de los chicos en la escuela, las presiones a las que se ven sometidos para que se adapten a estereotipos masculinos perjudiciales, las relaciones entre ellos y, en general, la conducta agresiva.
La obra presenta un análisis de las formas en que las escuelas pueden, sin pretenderlo, reforzar y perpetuar ciertos aspectos de la que van en contra de los propios intereses de los chicos. También considera algunas cortapisas que se les presentan, y analiza cómo pueden afectar éstas tanto a su desarrollo social como a su actitud ante diferentes actividades de aprendizaje. El profesorado femenino también puede verse afectado adversamente por estas presiones. La obra explora formas en las que esta atmósfera se hace particularmente presente en las escuelas para chicos.
Las autoras han colaborado durante varios años en el terreno de la educación antisexita para chicos y en esta obra resumen su experiencia en el desarrollo de la iniciativas y materiales antisexistas en el desarrollo de iniciativas y materiales antisexistas en el trabajo con los alumnos. Ello incluye la observación en el aula, entrevistas en profundidad con el profesorado, y asesoría y trabajo de apoyo a la educación antisexista para chicos a través de la administración municipal.
