Este libro analiza la dinámica sociopolítica del movimiento cocalero peruano durante la primera década del siglo XXI, la cual estuvo signada por acciones y decisiones que alteraron entre la política de protesta y de representación. De un lado se sostiene que factores como la identidad abierta y las estructuras organizativas descentralizadas permitieron organizar la protesta y facilitaron el arribo a las ciudades. De otro, se plantea que elementos del entorno, definidos como estructuras de oportunidad política -particularmente las aperturas instituciones que trae la transición democrática tras la caída del fujimorismo-, habrían configurado un escenario favorable para la acción social y política de los movimientos