El estudio de investigación que se presenta en esta obra revela un descubrimiento en progreso del contacto en fisioterapia, señala que en el proceso de enseñanza y aprendizaje no solo se trata de enseñar/adiestrar a los estudiantes en métodos desarrollados por el profesor y la disciplina; en última instancia, lo que se vivencia en clase en la posibilidad del estudiante de enfrentarse a aquello que aprende para servir a otros. No solo responde a un problema de funcionalidad, sino también en un proceso pedagógico de la educación superior, que exhorta la reflexión de la praxis formativa como intento de concebir la relación con el otro, más allá de discursos técnicos y especializados.
Esta fuga no invoca a un salirse de, ni un escape por, sino a un cuerpo sensible que vibra dentro de los procesos formativos, que permite exteriorizar una sensibilidad hecha carne para partir el contacto en contacto desde una relación que guarda un sentido de responsabilidad frente a otro que no presta su cuerpo para la práctica; por el contrario, exige cuidado para la relación. El contacto invita a pensarse a si mismo en relación vital con los otros y con los contenidos mismos del currículo. Sensibilidad que implica pensar que el cuerpo que tiene historia, que encierra un sufrimiento que no tiene salida en medio de prácticas iluminadas solo por la teoría. En tal sentido, la presente obra de apertura a la emergencia y a la vez tensión, de un cuerpo propio y un cuerpo propio y un cuerpo en dialogo; es decir, un templo que está al servicio de una comunidad que alberga a un paciente.
