Más allá de la terminología utilizada: mercadotecnia, comercialización, marketing, márquetin, etc.; debe existir una concepción global del mundo de los negocios. Para ello es necesario utilizar una terminología que responda a un espacio y aun tiempo específico. Los procedimientos, los criterios utilizados, y en general, los diversos caminos deben responder al cómo, cuándo y dónde ameritan su aplicación. Para ello es necesario el uso de un vocabulario certero, adecuado y comprensible para todos aquello vinculados con la actividad organizacional y, especialmente, mercantil.